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Propuesta

El Programa de Posgrado en Cultura y Territorialidades (PPCULT), vinculado al Instituto de Arte y Comunicación Social de la UFF, fue aprobado en el 2012 por CAPES y recibió, en su primera evaluación cuatrienal (2013-2016), la calificación 4. Es el resultado de la demanda de los docentes y alumnos de la Universidad Federal Fluminense de una mayor inversión en investigaciones y estudios en el ámbito de la cultura y territorialidades, dada su creciente importancia en la época contemporánea. Reuniendo a profesores de las más diversas áreas (como Producción Cultural, Estudios Culturales y Medios de Comunicación, Educación, Antropología, Historia, Literatura, Sociología, Comunicación, etc.), organizados por el ámbito de sus investigaciones y reflexiones vinculadas al estudio de la cultura en múltiples sentidos, especialmente en lo que respecta a los debates sobre espacialidades y territorialidades, tanto materiales como simbólicas, el nuevo Posgrado encuentra su lugar de inserción por excelencia dentro de una perspectiva interdisciplinaria, una amplio ámbito de CAPES, en el que también está inserido.

 

El Programa, sin embargo, tiene su base en el Departamento de Arte, donde se encuentra el curso de posgrado en Producción Cultural (del que procede la mayoría de los profesores que constituyen el cuerpo docente del posgrado), y contará con el apoyo de los profesores del curso de Estudios de Medios de Comunicación, del Departamento de Estudios Culturales y Medios de Comunicación. Ambos cursos/departamentos están inseridos en el Instituto de Arte y Comunicación Social de la Universidad Federal Fluminense (IACS/UFF). En sus líneas de investigación, asignaturas y proyectos, la intersección que pretende el nuevo Programa es reunir en un sesgo multidisciplinar a investigadores que privilegien las discusiones sobre la cultura en su relación con las territorialidades y sus múltiples agentes y prácticas.

 

La cultura, como valor estratégico, ha asumido en la última década un papel relevante y central, dando a la sociedad actual los rasgos que definen la contemporaneidad. Así pues, la creación de un programa de posgrado que engendre cultura y asegure la interdisciplinariedad responde a una demanda creciente y a una importante brecha en términos de educación superior stricto sensu en el país.

 

Si entendemos que la cultura es una parte constitutiva de toda práctica social y que en la época contemporánea esta dimensión ocupa un lugar cada vez más central, creemos que mirar hacia la cuestión de la cultura es fundamental hoy en día para mapear las formas de actuación política. Hay, en este sentido, una doble imbricación entre la cultura y la política: en primer lugar, la producción de sentido es la dimensión fundante de la lucha política, es decir, es necesario entender las formas de acción política en su relación con las prácticas culturales; en segundo lugar, y cada vez más, esta asociación se exterioriza y se asume, lo que conduce a la constitución de políticas culturales expresivas, en las que el sentido de cultura se desliza entre la forma de acción política, en el sentido de intervención en el mundo, forma de construcción de subjetividades e identidades personales y grupales y forma de mercancía, dentro de una lógica de productividad, distribución, consumo, usufructo y descarte.

 

Tales imbricaciones se consolidan y se condensan dentro de la realidad de las sociedades contemporáneas, múltiples y complejas, donde las relaciones espacio y tiempo se ven continuamente modificadas por las prácticas culturales. Por lo tanto, existe una fuerte intersección entre el ámbito de la cultura y sus múltiples dimensiones espaciales, tanto en términos materiales como simbólicos, lo que presupone relaciones procesales con los territorios en los que tales relaciones tienen lugar. En este sentido, la propuesta de pensar las territorialidades, entendiendo que los territorios son espacios en construcción, lugares en proceso de significación, objetos de disputa y negociación, en los que la cultura desempeña un papel central, es también un eje estratégico de nuestra propuesta. Sobre todo si tenemos en cuenta cuánto, en la época contemporánea, los espacios de las ciudades, sus tesituras, las redes sociales y virtuales que engloban, sus múltiples usos, formas de apropiación, exclusión, inclusión y lucha, están atravesados por prácticas culturales, podemos concluir que la cultura y la territorialidad son conceptos interdisciplinares por excelencia, y demandan estrategias metodológicas plurales que se relacionan con la tradición reflexiva de las diferentes áreas de las que proceden los profesores del cuerpo docente que componen este Programa de Posgrado.

 

Por estas razones, el Programa de Cultura y Territorialidades es estratégico. También se debe tener en cuenta que la II Conferencia Nacional de Cultura (CNC), en el 2010, señaló algunas directrices prioritarias, entre ellas la ampliación de la formación en ese ámbito, para permitir y potenciar la institucionalización pública del ámbito cultural, como indica la creación del Sistema Nacional de Cultura (SNC) y otros frentes de Políticas Públicas de Cultura. Por lo tanto, en consonancia con la contemporaneidad, las Políticas de Cultura vienen exigiendo, cada vez más, gestores, educadores, investigadores y analistas con perfeccionamiento en el ámbito cultural.

 

Pero más allá de eso, cabe resaltar que ampliar las oportunidades de investigación en este ámbito significa valorar la profundización teórica que se refleja en la calificación de las acciones y del debate en este ámbito. Por ello, la experiencia del cuerpo docente en investigaciones en las áreas relacionadas con los temas principales de este programa de posgrado —Cultura y Territoritorialidades—, con sus formaciones interdisciplinares, constituye un capital diferenciado para la construcción de este proyecto, que requiere perspectivas reflexivas complejas y múltiples, como las que están desarrollando estos docentes, para abarcar una realidad sociocultural de enorme complejidad, en un proceso constante de cambio y actualización. En un mundo de fluidez de fronteras en el ámbito de la cultura y en las dimensiones del tiempo y espacio, formar a investigadores capaces de reflexionar sobre esta realidad es una demanda fundamental para fortalecer la comprensión en los tiempos contemporáneos.

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